En este proyecto se ha querido recuperar éste espíritu de teatro español del siglo XVII, creando un espacio público en relación directa con los espacios circundantes de tal manera que estos puedan abrirse para convertirse en lugares de representación, de este modo los límites y las funciones se difuminan para que sean los usuarios los que terminen de definir la experiencia teatral.
Los paramentos de hormigón se rompen y se quiebran para crear diversas situaciones espaciales tales como accesos, asientos o masas de vegetación. El elemento unificador del conjunto, la cubierta, se asocia formalmente con el entorno del pueblo aportando escala a la intervención y protegiéndola del excesivo soleamiento.
El proyecto parte de la necesidad de dotar a la ciudad de Almagro de un centro docente de referencia en el conjunto de edificios destinados a las artes escénicas en el municipio. Asimismo debe cubrir las necesidades de visitantes y viajeros que acudan al Festival Internacional de Teatro Clásico en busca de una experiencia escénica satisfactoria.
El marco arquitectónico es incomparable, siendo Almagro la cuna del Teatro del Siglo de Oro español, con su edificio más representativo, el Corral de Comedias, ubicado en el mismo casco histórico en que este proyecto se sitúa.
El
teatro de dicha época se caracteriza por
la temática cotidiana que refleja la actualidad política, social y
religiosa del momento. Dicho teatro no se realizaba necesariamente sobre un
escenario en el sentido clásico de la palabra sino en las calles y sobre todo
en las corralas, que conservaban a su vez las funciones residenciales convirtiéndose
en alojamientos temporales para las compañías teatrales.
